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La Justicia Federal impuso penas de dos años de prisión a cuatro hombres que mataron a un ejemplar de esta especie en peligro crítico y difundieron las imágenes en redes sociales. El caso marca un precedente en la lucha contra la caza furtiva en Argentina.
CIENCIA Y AMBIENTE14/08/2025
ecovida ambiente
En un hecho sin precedentes, la Justicia Federal condenó a dos años de prisión a Viterman Ponce de León, Walter Hugo Ponce de León, Claudio Hugo Cisneros y Máximo Cisneros, responsables de matar a un yaguareté en Formosa y exhibir el crimen en redes sociales. El caso, impulsado por la organización Red Yaguareté, constituye la primera vez que un hecho de caza furtiva contra esta especie llega a un tribunal oral.
La sentencia fue celebrada por organizaciones ambientalistas. “Es un fallo histórico que avanza sobre una de las causas que ponen en serio peligro a la especie: la caza furtiva. Ahora es hora de avanzar sobre otra de las amenazas que acechan a los últimos yaguaretés del Gran Chaco: la deforestación. La destrucción de bosques debe ser un delito penal”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Andino.
El crimen, ocurrido en julio de 2024, generó un amplio repudio social, no sólo por el acto ilegal en sí, sino también por la crueldad de su difusión. El yaguareté (Panthera onca), declarado Monumento Natural Provincial en Formosa en 2018 (Ley 1.673) y Monumento Natural Nacional desde 2001 (Ley 25.463), cuenta hoy con apenas unos 250 ejemplares en todo el país. En la región del Gran Chaco Argentino, se estima que sobreviven tan sólo unos 20.
Recordemos que en 2019, Greenpeace presentó un amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para frenar los desmontes en el hábitat de la especie. La condena conocida ahora es vista como un paso clave en la defensa de uno de los grandes felinos más amenazados de Sudamérica, aunque las organizaciones advierten que la lucha está lejos de terminar.
El yaguareté (Panthera onca) es el felino más grande de América y uno de los principales depredadores tope, fundamental para mantener el equilibrio de los ecosistemas. En Argentina, su situación es crítica: se estima que sobreviven menos de 250 ejemplares en todo el país, y apenas una veintena habita en el Gran Chaco.
Esta especie cuenta con máxima protección legal: fue declarada Monumento Natural Nacional y también Monumento Natural Provincial en varias jurisdicciones, lo que prohíbe de forma absoluta su caza. Conservar al yaguareté no solo significa proteger a un símbolo de la biodiversidad argentina, sino también preservar la salud y el equilibrio de los ambientes naturales que habitamos.



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