Murió Coco, el mono carayá rescatado en 2021 de un ropero en una mansión del barrio porteño de Belgrano R En Bs As

Tras su dramático rescate en 2021, este carayá vivió más de tres años bajo el cuidado de la Fundación Zorba, donde aprendió a aullar de nuevo y encontró un hogar digno.

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El 2021 trajo consigo una noche de fiesta clandestina que terminó por revelar una tragedia oculta: en el ropero de una lujosa mansión de Belgrano R, la policía halló a Coco, un mono carayá enterrado en sombras, privado de agua, luz y ventilación. Aquel hallazgo desencadenó una lucha legal y un rescate que parecía condenado al fracaso. Sin embargo, con el respaldo de la Fundación Zorba y la tenacidad de la activista Isabel de Estrada, Coco logró superar pronósticos letales y forjar una segunda vida.

Del armario al santuario

El operativo, ordenado por el fiscal Maximiliano Vence y autorizado por la jueza María Alejandra Doti, se inició tras denuncias vecinales por ruidos molestos y fiestas electrónicas. Entre DJs e invitados, los efectivos también encontraron restos de estupefacientes y, lo más inquietante, a un mono carayá en estado crítico. Con tetraparesia, atrofia muscular severa y sin colmillos, Coco apenas medía 30 cm —mucho menos que el metro habitual de su especie— y había sido alimentado con ultraprocesados.

Un camino tortuoso hacia la libertad

Tras su liberación, la Justicia ordenó que Coco no formara parte de la causa penal, evitando su posible devolución a los captores. Los veterinarios fueron escépticos: algunos sugirieron la eutanasia, convencidos de que “no duraría un mes”. No obstante, la Fundación Zorba, especializada en rescate de galgos y caballos, aceptó el desafío. Instalado en una estancia cerca de Luján, el carayá encontró compañeros: Condesa, una perra mestiza, y Anís, un gato callejero, con quienes compartía siestas al calor de la estufa de leña.

Renacer a través de movimientos y música

Bajo el cuidado de su veterinaria de confianza, Coco recuperó movilidad gracias a sesiones diarias de ejercicios y acompañamiento musical. “Aúlla de emoción cuando la ve llegar”, relató De Estrada, emocionada. Su potente aullido no solo marcaba su alegría, sino que también recordaba la función ecológica de su especie: dispersar semillas y custodiar los bosques del norte argentino.

Un legado de esperanza

Con su fallecimiento en los últimos días, Coco deja un mensaje de resiliencia y solidaridad. Su historia impulsó avances en el reconocimiento legal de los animales no humanos y visibilizó la urgencia de proteger al mono carayá, una de las especies más amenazadas de la región. Hoy, su memoria impulsa nuevas causas, recordándonos que, incluso tras el peor de los presagios, el amor y la determinación pueden abrir la jaula más oscura.

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ANIMALES11/07/2025

Según datos no oficiales, son más de 3.000 animales los que habitan esa zona, con un alto ritmo de reproducción. En el barrio Nordelta, de la zona de Tigre, el veterinario Adrián Petta ha atendido varios casos relacionados con carpinchos, algunos por accidentes de transito provocados por su presencia; enfermedades que transmiten a las personas y casos de mordeduras, algunas muy graves.

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