
La encíclica Laudato Si’ fue un hito fundamental, al vincular religiones, países y personas en torno a la necesidad de comprender y enfrentar de manera conjunta los desafíos ambientales y sociales.
Bianciotto ha dedicado más de 25 años al estudio de la Salicornia, y su compromiso con esta planta ha sido fundamental para su inclusión en el Código Alimentario Nacional argentino. “La Salicornia es una planta que crece en las desembocaduras de los ríos que dan al Océano Atlántico, y en Tierra del Fuego tenemos más de 50.000 hectáreas de esta especie.
CIENCIA Y AMBIENTE20/04/2025El ingeniero Oscar Bianciotto, docente jubilado de la UNTDF ex investigador del CADIC, destacó a la Salicornia, que crece en forma natural en la provincia como una planta con muchas propiedades beneficiosas para las personas y la ganadería. El ex legislador fue el promotor del encuentro binacional realizado en el INTA Río Grande el pasado lunes y desde hace más de 25 años impulsa el estudio y la industrialización a escala de esta planta. “La Salicornia es una planta que crece en las desembocaduras de los ríos que dan al Océano Atlántico, y en Tierra del Fuego tenemos más de 50.000 hectáreas de esta especie. Su reconocimiento en el Código Alimentario es un gran avance para su valorización”, afirmó Bianciotto.
Río Grande.- En el reciente encuentro binacional del lunes celebrado en el INTA de Río Grande, el ingeniero Oscar Bianciotto, docente jubilado de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y ex investigador del CADIC, compartió su vasta experiencia y conocimientos sobre la Salicornia, una planta nativa de la provincia que ha comenzado a captar la atención tanto a nivel local como internacional. Bianciotto, quien ha sido un ferviente defensor de la investigación y promoción de esta especie, destacó su potencial en la alimentación y la agricultura sostenible. También resaltó al equipo de investigadores en Argentina, especialmente al ingeniero Fernando Aras.
La visita de una delegación chilena, encabezada por los ingenieros Pamela Bahamondez Morales y Ángel Suárez, representantes del Centro INIA Kampenaike de Magallanes, Chile en el INTA Río Grande, encabezado por su titula, el ingeniero Paulo Gea, fue el punto de partida para un intercambio de conocimientos sobre la Salicornia. “La iniciativa de esta visita surgió de la curiosidad de nuestros colegas chilenos, quienes querían conocer los avances que hemos logrado en la investigación y promoción de la Salicornia en Argentina”, explicó el ingeniero.
El contacto con el INIA Kampenaike lo hizo el propio Bianciotto desde la Fundación Salicornia a partir de un pedido de asesoramiento e intercambio iniciado con la Ingeniera Pamela Bahamondez. “Fue a partir de una visita que les hice en Punta Arenas, donde surgió este encuentro e involucre al INTA Río Grande para hacerlo allí, dónde comenzaron estos estudios”, comentó Bianciotto ante la consulta.
El entrevistado destacó que la Salicornia “figura en el Código Alimentario Nacional Argentino a raíz de la gestión que hicimos primero como Universidad Tierra del Fuego y CONICET y después como fundación que es a lo que pertenezco ahora”.
Justamente el ex legislador integra la Fundación para la Agricultura, Alimentación y Salud Salicornia nominada Fundación Salicornia a secas, que él mismo impulsó.
Bianciotto ha dedicado más de 25 años al estudio de la Salicornia, y su compromiso con esta planta ha sido fundamental para su inclusión en el Código Alimentario Nacional argentino. “La Salicornia es una planta que crece en las desembocaduras de los ríos que dan al Océano Atlántico, y en Tierra del Fuego tenemos más de 50.000 hectáreas de esta especie. Su reconocimiento en el Código Alimentario es un gran avance para su valorización”, afirmó Bianciotto.
El entrevistado explicó que para cultivarla se requiere agua de mar diluida al 30 por ciento, sin purificar y que puede recolectarse en bidones de tres litros. Cada bidón se puede convertir en 10 litros de agua salobre para riego.
Propiedades nutricionales y usos potenciales
Bianciotto destacó las propiedades nutricionales de la Salicornia, que la convierten en un alimento de privilegio. “Contiene un 14% de proteína, comparable a la soja y el alfalfa, y un alto contenido de ácidos grasos Omega, que son beneficiosos para la salud cardiovascular. Estudios han demostrado que su consumo puede elevar el colesterol bueno (HDL) y reducir el colesterol malo”, comentó.
Además, el ingeniero mencionó que la Salicornia no solo es beneficiosa para la salud humana, sino que también tiene un impacto positivo en la ganadería. “Cuando las ovejas son alimentadas con Salicornia, se ha observado una reducción del 50% en el contenido de colesterol de su carne. Esto podría ser un gran avance para la producción ovina en nuestra región”, añadió.
Un futuro promisorio para la Salicornia
Bianciotto también se mostró optimista sobre el futuro de la Salicornia en la industria alimentaria. “Aunque actualmente su uso es casi artesanal, principalmente en restaurantes, hay un gran potencial para su industrialización. Ya hemos asesorado cultivos en Playa Unión, Chubut, utilizando aguas residuales de la industria pesquera, lo que demuestra que la Salicornia puede cultivarse de manera sostenible”, explicó.
El ingeniero también mencionó que la Salicornia tiene aplicaciones en la gastronomía gourmet, siendo utilizada por chefs en diversas regiones de Argentina. “Desde Ushuaia hasta Buenos Aires, la Salicornia ya forma parte de las cartas de los restaurantes más reconocidos. Esto es un indicativo de su creciente popularidad y aceptación en la cocina”, destacó.
Cultivo y accesibilidad
Bianciotto enfatizó la importancia de promover el cultivo de Salicornia a nivel local. “Es una planta que puede cultivarse fácilmente en macetas y no requiere de condiciones especiales. Con agua de mar purificada, cualquier persona puede intentar cultivarla en su hogar”, sugirió. Sin embargo, también advirtió sobre la necesidad de asesorarse adecuadamente sobre las técnicas de cosecha y cultivo.
Un potencial global
La Salicornia no solo es un recurso valioso para Tierra del Fuego, sino que también tiene un alcance global. “Esta planta crece en diversas partes del mundo, desde Europa hasta Estados Unidos y América Latina. Su adaptabilidad la convierte en una opción viable para enfrentar desafíos agrícolas en diferentes regiones”, afirmó Bianciotto.
Incluso, el ingeniero mencionó “su capacidad para crecer en condiciones adversas la hace una candidata ideal para cultivos en entornos extremos, como en la estación que tiene la Argentina en la Antártida”, concluyó.
La Salicornia, con su rica historia y propiedades nutricionales, se perfila como un recurso clave para el futuro de la alimentación en Tierra del Fuego y más allá. La labor del ingeniero Oscar Bianciotto y su compromiso con la investigación y promoción de esta planta son fundamentales para su desarrollo y valorización. A medida que la Salicornia gana reconocimiento, su potencial para contribuir a la sostenibilidad agrícola y la salud pública se vuelve cada vez más evidente. La colaboración entre Argentina y Chile en este ámbito promete abrir nuevas puertas para el estudio y uso de esta maravillosa planta.
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