Sandra Díaz y Eduardo Brondízio: Pioneros Sudamericanos en el "Nobel del Ambiente"

El premio Tyler al Logro Ambiental es otorgado por la Universidad del Sur de California. Fue establecido en 1973 por el John (fallecido) y Alice Tyler para reconocer las contribuciones sobresalientes de trabajos sobre el medio ambiente, la energía y la salud, que generen importantes beneficios para la humanidad.

CIENCIA Y AMBIENTE12/02/2025ecovida ambienteecovida ambiente
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La bióloga e investigadora del CONICET, Sandra Díaz, se une a la élite mundial al recibir el prestigioso Premio Tyler 2025, conocido popularmente como el "Nobel del Medio Ambiente". Junto al investigador brasileño Eduardo Brondízio, Díaz es reconocida por sus innovadores estudios que exploran el entrelazamiento entre la biodiversidad y los seres humanos, consolidándose como referente en la investigación científica y la protección ambiental.

Con un premio que incluye 250 mil dólares y otorgado por la Universidad del Sur de California, este galardón resalta el compromiso de ambos científicos con la sostenibilidad y la justicia socioambiental. Según el Comité Ejecutivo del Premio Tyler, “sus recomendaciones basadas en evidencias para proteger y utilizar de manera sostenible nuestros recursos naturales vitales son un ejemplo perfecto de cómo la ciencia puede generar un impacto real”.

Nacida en Bell Ville, Córdoba, Sandra Díaz ha sido reconocida mundialmente por sus aportes al entendimiento de las interacciones entre la humanidad y la biodiversidad. Su trabajo ha impulsado cambios legislativos fundamentales para la conservación de la naturaleza. Por su parte, Eduardo Brondízio, antropólogo de renombre, ha colaborado estrechamente con Díaz durante la última década, contribuyendo a informes clave como el de la Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) y la Convención de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad.

Ambos científicos enfatizan la urgencia de profundizar en la interconexión entre la biodiversidad, el cuidado ambiental y el desarrollo sostenible, declarando que “la justicia socioambiental y el respeto por nuestras conexiones con otras formas de vida en la Tierra deben dejar de ser conceptos abstractos”. Este llamado a la acción resuena en una época en la que la protección del medio ambiente es crucial para el futuro de la humanidad.

El galardón, establecido en 1973 por John (fallecido) y Alice Tyler, reconoce las contribuciones sobresalientes en el campo del medio ambiente, la energía y la salud, otorgando un merecido impulso a la carrera científica de Díaz y Brondízio. Este logro no solo representa un hito para la investigación sudamericana, sino que también destaca la importancia de integrar la ciencia en la formulación de políticas públicas para un futuro más sostenible.

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